Podríamos definir la- o el- legaltech como un área del derecho nueva cuyo objeto es la mejora del derecho práctico en general a través de la implantación de tecnologías digitales.
Por tanto, podemos desgranar este concepto en los siguientes términos:
“Es un área del derecho”
En efecto, cuando hablamos de legaltech, hablamos de algo legal, algo jurídico, un área jurídica. Es importante aclarar este matiz, ya que podría entenderse, siguiendo la misma regla, que cuando hablamos de legaltech, hablamos de algo techie– tecnológico- y, por ende, se trataría de un área más de la ingeniería informática, por ejemplo.
En este sentido, lo que hace que la legaltech sea un área del derecho y no de la tecnología es su contenido esencial o su objeto: la mejora del derecho.
“nueva”
Sin duda alguna, la legaltech, entendida en estos términos, es un fenómeno nuevo. No recuerdo escuchar esta palabra ni siquiera en mis años universitarios, que fue hace no mucho.
Es cierto que siempre ha existido cierta legaltech, desde nuevas formas de archivo documental en papel o el envío de comunicaciones electrónicas, hasta los actuales gestores documentales digitales o los chatbot jurídicos, pero nunca se había convertido en un área jurídica de dedicación exclusiva y no existían cientos de empresas enfocadas a esta nueva área.
Por tanto, podemos decir que la legaltech es una revolución del presente; acaba de venir.
“cuyo objeto es la mejora del derecho práctico en general”
Algo que distingue notablemente a la legaltech de las demás áreas del derecho, es su transversalidad a todas las demás áreas. Así, el derecho laboral no se mete en el societario y al derecho civil no le interesa el penal. Es cierto que siempre hay cierto solapamiento, pero siempre de modo puntual; no como regla general.
La legaltech se adentra en cada una de las áreas del derecho y trata de mejorar su aplicación práctica. La práctica del derecho está dirigida a solucionar problemas, ya sea desde un punto de vista puramente advisor, como desde el prisma de la defensa jurídica propiamente dicha. La legaltech lo que hace es mejorar esa forma de solucionar problemas. Es una solución para soluciones.
Así, la legaltech no entra en el derecho sustantivo, no entiende ni conoce la filosofía del derecho ni tampoco si una norma debe cambiarse porque es injusta. Estas cuestiones entrañan dilemas a los que sólo nos enfrentamos los seres humanos a través de medios humanos: la razón, la conciencia del bien y del mal, la conciencia de lo justo y de lo injusto.
De este modo, la legaltech entra a analizar el derecho práctico y sus problemas: lentitud, multitud de errores, falta de buena comunicación, ineficiencia, desorden, retrasos, falta de pagos… para después mejorarlo con soluciones tecnológicas.
“a través de la implantación de tecnologías digitales”
Finalmente, la última nota definitoria de este anglicismo es su carácter tecnológico-digital. Si bien la solución a un problema requiere de una parte procesal (un proceso mental, una nueva metodología), en la legaltech también se requiere que esa nueva metodología implique la utilización de medios tecnológicos, habitualmente digitales (cuya base sea un software).
Por tanto, siempre, en última instancia, se va a necesitar recurrir a agentes no jurídicos para desarrollar plenamente una herramienta legaltech. En cualquier caso, no siempre es necesario desarrollar una nueva herramienta desde cero, sino que quizá se puedan ensamblar aplicaciones ya existentes (una simple base de datos cloud, puede ser un nuevo gestor documental añadiendo cuatro funcionalidades básicas).
Es en este punto, donde muchos abogados o agentes del sector jurídico encuentran el obstáculo inamovible: “no puedo hacer esto porque no tengo ni idea de programación” o “no puedo hacer esto porque tengo que pagar a un programador”.
Si esperabais que os dijera que estos obstáculos no son tales, estáis totalmente equivocados. Lo cierto es que es el mayor problema: un abogado no sabe programar y necesita a un programador o un perfil técnico similar para desarrollar una herramienta legaltech.
En todo caso, esta última cuestión, ¿deben los abogados aprender a programar?, es debatida en otro post al que os invito leer.
¿Cómo funciona entonces la legaltech?
La legaltech realiza el siguiente proceso:
- Analiza un área del derecho y el funcionamiento de su aplicación práctica
- Disecciona los distintos procesos existentes
- Identifica fallos, ineficiencias, irregularidades
- Busca distintas soluciones a través de la tecnología
- Diseña la solución: traducción del lenguaje jurídico a la programación
- La ejecuta
- La comercializa
Si algún lector está interesado en desarrollar una herramienta legaltech, llámanos o escríbenos.